13 marzo 2006

El sueño

Soñé que cantaba la canción Tiny Dancer. Había algunos amigos, era una comida o algo. En todo caso yo estaba parado ante una mesa.
Tiny Dancer es un tema de Elton John compuesto hace añares, una especie de clásico olvidado. Por entonces Elton cantaba como nunca, era sexy, créase o no a las mujeres les resultaba muy atrayente. Su pelo era natural y su ambigüedad sexual estaba convenientemente dosificada. Y era capaz de hacer canciones como la que nos ocupa: ligera, emotiva hasta la médula, con un extraño poder de evocación, ese atractivo misterioso que alguna vez ha mencionado W.H. Auden al referirse a la música popular.

En un momento, esa canción que yo canté, hace rimar ballerina con have seen her. Magnífico. Elton y su letrista Bernie Taupin caminan por la cuerda floja pero salen airosos. Son bailarines en la oscuridad. Son equilibristas elegantes y atrevidos. Tiny Dancer tiene la consistencia del marfil y el poder de la Piedra Filosofal.

Esta gran canción fue rescatada hace unos años por el director Cameron Crowe para su película Casi famosos, mitad autobiografía, mitad cuento de hadas. Casi famosos no es una gran película. Pero me fascina. Tiny Dancer suena en el centro mismo del film, es su corazón o su sistema nervioso. Esa escena central, que en un cineasta menos hábil para la marcación de actores habría devenido en desastre, me conmueve cada vez que la veo. De pronto esa canción parece a punto de revelar su razón de ser. O acaso se trate de la razón de ser de toda la música pop. Es algo ambiguo pero poderoso, un sentimiento de familiaridad, incluso de confraternidad. Un trazado invisible que establece una comunidad de cuerpos, de voces, de sentimientos. Después todo se desvanece. Pero queda una sensación residual, la vaga convicción de haber asistido a algo así como una epifanía.

En sueños canté esa canción. Yo que por estos días, afectado por un problema en las cuerdas vocales, no puedo ni cantar la de la cucaracha que ya no podía caminar. La cucaracha que ya no podía cantar, ja.
Soñé que cantaba Tiny Dancer y en sueños dejaba escapar un lágrima feliz, quién sabe por qué. Hay gente así, tenemos sueños de vuelo bajo, apenas a la altura de nuestros deseos.

2 Comments:

At 17 marzo, 2006 11:56, Anonymous Anónimo said...

deivid, me gustó este post. Hace un tiempo me crucé en la tele con un show de Elton John y me sorprendió lo buenas que me parecieron sus canciones, su manera de cantar (tiene la voz impecable) y su banda. Desde entonces volví a creer que es uno de los británicos que mejor entiende y hace música norteamericana. Y también da unos saltitos muy simpáticos, moviendo los bracitos como queriendo volar (de hecho, aunque sabemos que es una diva insoportable, lleva sus plumas con mucha gracia).

 
At 17 marzo, 2006 12:20, Anonymous Anónimo said...

Suscribo a lo que decís sobre su comprensión de la música yanqui. Blue-eyed soul, le decían a la música con raíces en el soul pero hecha por blancos. En los primeros
'70s Elton era impresionante de verdad.
Y sí, es una diva insoportable, eso también es verdad.

 

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